En una vivienda unifamiliar bien instalada y mantenida, un ascensor neumático es seguro para su uso previsto. Su mayor tranquilidad es que, si se va la luz, la cabina desciende de forma controlada hasta una planta segura gracias al principio del vacío. Eso evita el “me quedé colgado” que tanta inquietud genera.
Ahora, tiene límites: están pensados para uso residencial (pocas personas, trayectos cortos) y la fiabilidad del día a día depende mucho del ajuste de puertas, sensores y sobrecarga.