Lo que empezó como un planteamiento único ha influido en toda una industria. «Al principio, destacábamos. Pero ahora, diría yo, muchos de los competidores han adoptado nuestro enfoque de diseño avanzado», reconoce Petra. En lugar de considerarlo un reto, Aritco lo ve como una validación de su visión y una motivación para seguir innovando.
«La competición es buena, porque los competidores nos desafían para que siempre mejoremos», reflexiona Petra.
De cara al futuro, Aritco considera que los ascensores se integrarán cada vez mejor en los hogares y los espacios comerciales, combinando tecnologías emergentes con materiales sostenibles y manteniéndose fiel a la creencia de que forma y función deben ir de la mano.
Aunque no se han desvelado las futuras innovaciones, Petra deja entrever interesantes novedades. «Tenemos muchas ideas. Pero nada que pueda mencionar ahora. Pero sí, tenemos algunas ideas», dice con una sonrisa.
A medida que Aritco entra en su cuarta década, la empresa sigue equilibrando su herencia escandinava con la innovación orientada al futuro. Los próximos 30 años prometen ser igual de transformadores, ya que la empresa que una vez fue la única en dar prioridad al diseño sigue ampliando los límites de lo que es posible en tecnología y estética de ascensores.